
Gerhard Fischer (2011) establece el término de “cultura de la participación” y propone
tres guías de diseño para el uso de sistemas técnicos y sociales en trabajo
participativo. La primera guía involucra diferentes niveles de participación,
tal y como muestra la figura desde usuarios consumidores a meta diseñadores,
representando diferentes niveles de compromiso dentro de la participación. La
segunda guía es un meta diseño que permite abrir la infraestructura para
permitir el diseño colaborativo, finalmente la tercera guía es la creatividad
social. Fischer sostiene que se puede animar a estudiantes para aprender
discutiendo y desarrollando temas o ideas dando lugar a un entendimiento
compartido. La motivación para participar será intrínseca, apoyado por el
sentimiento de creatividad colaborativa y de soporte del grupo (Grunewald y
Meinel, 2015).

Fig. Niveles de
participación en la cultura de la participación según Fischer
Desde el análisis de diferentes técnicas
de motivación y a partir de las guías de Fischer, Dick and Zietz (2011) resumen que cuando los individuos
dentro de un grupo observan que el resto son activos es un buen momento para
que empiecen a funcionar mecanismos de motivación dentro de la cultura de la
participación como son las normas sociales o la presión entre pares. Para
alcanzar esos mecanismos será útil el uso de herramientas de concienciación
para mostrar de manera pública todas las actividades de los miembros del grupo (Grunewald y Meinel, 2015).
Dentro de los grupos su naturaleza (Webb, Ender y Lewis, 1986; Zañartu, 2013) puede ser diferente según la capacidad para alcanzar sus
objetivos diferenciando entre grupos moderadamente heterogéneos cuyos
integrantes pueden tener un nivel de habilidad alto y medio, o medio y bajo; en
cualquiera de los dos casos en el proceso de aprendizaje se facilita el
desarrollo de intercambio y de explicaciones. Para el caso de grupos
heterogéneos formados por personas con habilidades altas, medias y bajas serán
menos efectivos, siendo excluidos habitualmente los estudiantes con una habilidad
media. En contra partida, los grupos homogéneos no serán ideales, tanto los
formados por estudiantes con habilidades altas donde todos conocen la solución
del problema, como los formados por estudiantes de bajas habilidades, los
cuales necesitarán de herramientas que no disponen para ayudarse entre ellos.
Extraído y más información en mi tesis:
Bibliografía
Dick, H., y Zietz, J. (2011). “Cultures of
participation als eine persuasive technologie,” i-com, vol. 10, no. 2, pp.
9–15, 2011.
Fischer, G. (2011). “Understanding, fostering, and supporting cultures of participation,”
Interactions, vol. 80, no. 3, pp. 42–53, 2011.
Grunewald,
F., y Meinel, C. (2015). Implementation and Evaluation of Digital E-Lecture
Annotation in Learning Groups to Foster Active Learning. Learning Technologies,
IEEE Transactions on, 8(3), 286-298.
Webb, N.M. Ender, P., y Lewis,
S. (1986). Problem – Solving Strategies and Group Processes in Small Groups
Learning Computer Programming. American Educational Research Journal, 23 (2),
243 – 261.
Zañartu, L. M. (2013). Aprendizaje
Colaborativo: una nueva forma de Dialogo Interpersonal y en la Red.