
En las últimas décadas se están estudiando y reconociendo nuevas formas de educación más allá de las instituciones educativas, más allá de las aulas, espacios y situaciones que no son nuevas pero que no se había analizado, en las que se darán otras modalidades de aprendizaje, un aprendizaje más colaborativo y con otros actores y reglas, un aprendizaje continuo entre pares, a veces promulgado por las propias instituciones y otras veces totalmente espontáneo y altruista.
Por lo tanto el aprendizaje ya no se concibe solo desde el punto de vista formal propio de instituciones educativas, si no que también se darán aprendizajes no formales e informales, más allá de la actividad reglada tal y como además recalca numerosa literatura (Marsick, V. y Watkins, 2012; Eshach, 2007; Fidalgo-Blanco, Sein-Echaluce y García-Peñalvo, 2015; Alario-Hoyos et al.; 2013; Fonseca, Redondo, Valls y Gutiérrez, 2015; Cruz-Benito et al., 2015a).
Cada vez son mayores las destrezas y competencias que necesita el individuo de la nueva era, gobernada por un constante crecimiento de las nuevas tecnologías que constantemente cambian y tendencias como la globalización; es por ello necesario hacer énfasis en lo que se viene denominando como “Lifelong learning” o aprendizaje a lo largo de la vida, estrategia para la que instituciones, como la Unión Europea (EUROPEAN COMMISSION, 2001; OECD, 2001), desarrollan políticas específicas invirtiendo elevadas cantidades de capital para alfabetizar a la población en busca de una mayor competitividad económica, empleabilidad, realización y desarrollo personal. Estos aprendizajes no formales e informales se están convirtiendo de manera gradual en una pieza clave de las políticas de aprendizaje a lo largo de la vida, reconociendo todas aquellas destrezas y competencias que se adquieren fuera de lo que se conoce como educación formal (Colardyn y Bjornavold, 2004).
Tanto el glosario CEDEFOP (2000) como la Comunicación del Lifelong Learning (EUROPEAN COMMISSION, 2001) definen la validación como el proceso de identificar, evaluar y reconocer un amplio espectro de destrezas y competencias que podrán desarrollar a lo largo de sus vidas los individuos en diferentes contextos; siendo esta validación un elemento fundamental para asegurar la visibilidad e indicar el valor apropiado del aprendizaje que se ha dado en cualquier y cualquier momento del individuo (Colardyn y Bjornavold, 2004).
La colaboración será mayor cuanto más informal sea el aprendizaje, pasando de un sistema formal en el que para que se exista una interacción será necesaria la actuación del docente a través de iniciativas concretas a espacios informales que surgen como resultado de una colaboración.
Existe un cuarto tipo de aprendizaje denominado autodidacta, en el que se podría incluir iniciativas como OpenCourseWare el cual a partir de contenidos, el estudiante aprende sin ningún tipo de guía de un docente o tutoría, y de manera individual. La diferencia de este tipo de aprendizaje con los anteriores es la falta de la componente social, por lo que no se incluye en el objeto de la presente tesis.
Se pueden organizar estos tipos de aprendizaje según si la enseñanza o el aprendizaje si están o no planificados y estructurados (Peña-López, 2013), tal y como resume la figura siguiente en la que se ha tenido en cuenta la separación entre aquellos aprendizajes sociales o basados en interacción entre estudiantes.

Tipos de aprendizaje añadiendo diferenciación social respecto
a la gráfica propuesta por Peña-López (2013).
Extraído y más información en mi tesis:
Bibliografía
Alario-Hoyos,
C., Pérez-Sanagustín, M., Delgado-Kloos, C., Muñoz-Organero, M., y
Rodríguez-de-las-Heras, A. (2013). Analysing the impact of built-in and external
social tools in a MOOC on educational technologies. In European Conference
on Technology Enhanced Learning (pp. 5-18). Springer Berlin
Heidelberg.
CEDEFOP. (2000). Glossary, in: Making
LearningVisible (Thessaloniki, Cedefop).
Colardyn,
D., y Bjornavold, J. (2004). Validation of formal, non‐formal and informal learning: Policy and practices in EU member states1. European
journal of education, 39(1), 69-89.
Cruz-Benito, J.,
Borrás-Gené, O., García-Peñalvo, F. J., Fidalgo Blanco, Á., y Therón Sánchez,
R. (2015a). Detección de aprendizaje no formal e informal en Comunidades de
Aprendizaje soportadas por Redes Sociales en el contexto de un MOOC
Cooperativo.
Eshach, H.
2007. “Bridging in-school and out-of-school learning: Formal, non-formal,
and informal education,” Journal of science education and technology, vol.
16, pp. 171-190.
EUROPEAN
COMMISSION. (2001). Communiqué Making a European Area of Life- long Learning a
Reality (Brussels).
Fidalgo-Blanco, Á.,
Sein-Echaluce, M. L., y García-Peñalvo, F. J. (2015). Methodological Approach and Technological
Framework to break the current limitations of MOOC model. Journal of Universal Computer Science, 21(5),
712-734.
Fonseca, D.,
Redondo, E., Valls, F., y Gutiérrez, O. D. (2015). From Formal to Informal 3D Learning. Assesment
of Users in the Education. In Learning and Collaboration Technologies (pp.
460-469). Springer International Publishing.
Marsick, V.
J., y Watkins, K. E. 2012. “Informal and Incidental Learning,” New
Directions for Adult and Continuing Education, vol. 2001, pp. 25-34, 2001.
[11]F. J. García-Peñalvo, R. Colomo-Palacios, and M. D. Lytras, “Informal
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workplace,” Behaviour & Information Technology, vol. 31, pp. 753-755.
Peña-López, I. (2013). Educación y Desarrollo en un mundo de
redes. Conferencia en el XX Simposium en Educación y la XXXIII Semana de
Psicología; Guadalajara, 27 de febrero de 2013. Guadalajara: ITESO. [Fecha de consulta: 28 de Junio de 2016].
Disponible desde Internet: http://ictlogy.net/presentations/20130227_ismael_pena-lopez_-_educacion_desarrollo_en_un_mundo_de_redes.zip