
Es imprescindible que, para una comunidad virtual de aprendizaje, podamos contar con factores que nos ayuden a su medida y así poder considerarla como exitosa. realmente son características generales que se
podrían aplicar a cualquier tipo de
comunidad virtual, éstas son: fidelización, compromiso,
participación, intereses comunes, capacidad de influir en el diseño y
composición de la comunidad, sentimiento de pertenencia, señales de identidad
externas y relaciones.
Centrando el foco en la visión educativa,
la evaluación de los estudiantes en cursos conectivistas, donde se aplican las
comunidad de aprendizaje, debería tener en cuenta sus contribuciones dentro de
las discusiones, sus interacciones y colaboraciones entre ellos, además de la
capacidad de trabajar dentro de una red para producir nuevo conocimiento
relacionado con la temática del curso (Downes, 2010).
En mi tesis propuse dos tipos de indicadores que
podrían ser utilizados para medir en cierto grado las aportaciones de los
estudiantes en una comunidad y por lo tanto evaluar en cierta grado su
aprendizaje; por un lado partiendo de métricas propias de la analítica de
enseñanza o learning analytics estarían la persistencia y la interacción y por
otro lado el capital social, como valor de las contribuciones.
A día de hoy no existe una propuesta
clara de indicadores que midan el aprendizaje a parte de la complejidad en la
mayoría de plataformas para obtener dichas métricas, sobre todo cuando no están
diseñadas con una finalidad educativa.
Persistencia e interacción
La formación en línea tiene unas tasas de
abandono entre un 10 y un 20% superiores a la formación presencial (Rovai,
2002) por lo tanto uno de los posibles indicadores de medida por un lado en
MOOC, tal y como plantean Tabaa y Medouri (2013) desde un punto de vista de
learning analytics, puede ser la persistencia. Medirá la estabilidad de
estudiantes en un curso en términos de tiempo, existiendo la posibilidad de
aplicarla también en otros contextos como pueden ser las comunidades de
aprendizaje muy relacionado con la vida útil de éstas, siendo sostenibles o no
en el tiempo.
El otro indicador propio también de las
analíticas de aprendizaje y que nuevamente plantean Tabaa y Medouri (2013) es
precisamente la interacción entre los participantes en un MOOC, que nuevamente
podrá plantearse como indicador también para comunidades de aprendizaje.
Ambos indicadores se pueden medir
analizando el comportamiento del estudiante, desde las actividades propuestas,
número de visualizaciones, publicaciones e interacciones dentro de éstas
(comentarios, me gusta o compartir).
Capital social
El capital social hace referencia a normas, instituciones y
orgnizaciones que promueven sentimientos
y relaciones de confianza, ayuda recíproca o reciprocidad y cooperación,
contribuyendo a tres tipos de beneficios: reducir costos de transacción,
producir bienes públicos y facilitar la constitución de de organizaciones de
gestión (Durston, 2000). Existen tres
tipos básicos de capital social (Wilks
et al., 2015):
- Vinculación, denota lazos entre las personas en
situaciones similares, como familia, amigos cercanos y vecinos
- Puenteo, abarca lazos más distantes como las amistades mas
lejanas y compañeros de trabajo
- Enlace, los vínculos son con aquellos que están fuera de
la comunidad permitiendo a los miembros acceder a una gama más amplia de
recursos
Sociologos como Bourdieu, Coleman o Granovetter, economistas
como North y politólogos como Putnam, han planteado diferentes definiciones de
capital social, desde sus diversos puntos de vista (Durston, 2000).
La apropiacion y uso del conocimiento se da por los
individuos, de organizaciones o de la comunidad e instituciones. Este proceso
el conocimiento pasa a convertirse en “bienes públicos”, los cuales al
acumularse e interrelacionarse, pasa a formar parte del capital social con el
que cuenta una empresa, organización institución social, comunidad o la propia
sociedad. El conocimiento debe socializarse para tener un impacto real
(Chaparro, 2003).
Un “proceso de aprendizaje social” se logra
cuando el conocimiento individual y vivencial se traslada a una comunidad o
empresa (Chaparro, 2003). El desarrollo de comunidades virtuales como centros de intercambio
de información y construcción de conocimiento hace que la construcción del
capital social ayude a comprender la comunicación y aprendizaje en espacios
virtuales, ofreciendo un gran valor para la sociedad (Daniel, Schwier y McCalla, 2003).
Los investigadores consideran los vínculos sociales como
recursos sociales y están especialmente interesados en cómo las comunidades
virtuales pueden ofrecer soporte al aprendizaje, a través de desarrollos
tecnológicos que afectan a la formación estructuras sociales en comunidades
virtuales Se pueden detectar cuatro perspectivas de que contribuyen a la investigación
del capital social (Daniel et al., 2003):
- Aplicadas a la tecnología, referidas a las vías para crear
software que añada nuevas funcionalidades a los sitemas que dan soporte a la
interacción, colaboración y aprendizaje en las comunidades virtuales - Etno-narrativas, que incluyen a aquellas personas que
comparten sus experiencias con los miembros de las comunidades virtuales - Estudios culturales, importante para entender el capital
social pues las comunidades virtuales trascienden las culturas invitando a la
integración atravesando barreras tradicionales geográficas, políticas,
religiosas y étnicas - Sociotécnicas, enfatizando las necesidades del ser humano
y características sobre las cuestiones técnicas o comerciales a la hora de
diseñar un sistema, siguiendo las premisas de diseño centrado en el usuario,
investigación contextual (entender el contexto del usuario y la influencia
potencial en el uso de la tecnología), diseño participativo (fortaleciendo la
participación del usuario) y la manipulación directa
En una comunidad virtual puede que los miembros no tengan
consciencia de los antecedentes de otros participantes, esa ausencia de
consciencia puede mitigar el desarrollo del capital social (Daniel et al., 2003).
El capital social depende del desarrollo de las relaciones
construidas sobre conexiones sociales, las cuales necesitan gente que sean
conscientes de con quien se conectan (consciencia sociocultural) y bajo que
circunstancias pueden obtener soporte de sus pares, colaborar, aprender y
trabajar (consciencia de conocimiento) juntos como comunidad. Estas variables
jugarán un papel diferentes en configuraciones virtuales dada la separación
física y el anonimato relativo de sus miembros además de las barreras
tecnológicas (Daniel et al., 2003).
El acceso al capital social (Wilks et al., 2015) puede beneficiar la formación contínua, profundizar en
nuevas tecnologías, mejorar (o dañar) la reputación de proveedores, influenciar
en la confianza de tutores o formadores, os vínculos sociales podrían dar forma
a las actitudes generales hacia el cambio (positivo y negativo), etc.
La conexión entre el capital social y el aprendizaje a lo
largo de la vida, ha tomado gran peso en la políticas educativas y de formación
en la Unión Europea.
Extraído y más información en mi tesis:
Técnicas y metodologías para el aprendizaje cooperativo y ubicuo en la construcción de comunidades virtuales mediante MOOC
Bibliografía:
Daniel, B.,
Schwier, R., y McCalla, G. (2003). Social Capital in Virtual Learning
Communities and Distributed Communities of Practice. SANDBOX – Canadian Journal
of Learning and Technology / La revue canadienne de l’apprentissage et de la
technologie, 29(3).
Downes, S. (2010). New
technology supporting informal learning. Journal of Emerging Technologies in
Web Intelligence, 2(1), 27-33.
Durston, J. (2000). ¿ Qué es el capital social comunitario?. Cepal.
Rovai, A.
P. (2002). Sense of community, perceived cognitive learning, and persistence in
asynchronous learning networks. The
Internet and Higher Education, 5(4), 319-332.
Tabaa, Y., y Medouri, A.
(2013). LASyM: A
learning analytics system for MOOCs. International Journal of Advanced Computer
Science and Applications, 4(5), 113-119.
Wilks, C.,
Kumpina, E., Seirôco, A. R., Jorge, J., Proença, C., Costa, C., y Geslot, J.
(2015). Empowering Communities: A Toolkit for Promoting Learning Circles. [Fecha de consulta: 20 de Mayo de 2016]. Disponible
desde Internet: https://www.salto-youth.net/tools/toolbox/tool/empowering-communities-a-toolkit-for-promoting-learning-circles.1597/